Los siete convenios, que representan una inversión de $2.840 millones, están dirigidos a municipios estratégicos como Pacho, Ubalá, Nocaima, Guayabal de Síquima, Topaipí, Yacopí y Ricaurte, y contemplan acciones concretas para dinamizar la productividad agrícola y ganadera, entre ellas:
- Entrega de plántulas de alta calidad y adopción de tecnologías sostenibles.
- Fortalecimiento de la cadena productiva de la caña panelera.
- Creación de un Banco de Productividad Agropecuaria con insumos, herramientas y asistencia técnica.
- Mejora de cultivos tradicionales como maíz, fríjol, plátano y hortalizas.
- Implementación de programas de mejoramiento genético bovino.
- Apoyo a la avicultura familiar como estrategia para la seguridad alimentaria.
Por su parte, los cinco memorandos de entendimiento, con recursos por $742 millones, están orientados a promover sistemas productivos resilientes y ambientalmente sostenibles. Entre las acciones se destacan:
- Fortalecimiento ganadero en municipios como Paratebueno, Cogua y Guatavita.
- Impulso a la producción de especies menores, como avicultura y piscicultura.
- Repoblamiento del río Magdalena con alevinos multiespecie.
- Prácticas de restauración ambiental como la labranza mínima y la creación de biofábricas.
- Establecimiento de bancos de forraje en 21 municipios como medida de adaptación climática.
Estas inversiones por parte de la Gobernación de Cundinamarca, a través de la Secretaría del Agrocampesinado, buscan seguir construyendo un modelo de desarrollo rural que prioriza la productividad, la sostenibilidad y el bienestar de las familias campesinas.