Más de 3.400 habitantes de zonas rurales en Cundinamarca han sido beneficiados con la instalación de 683 Unidades Sanitarias, mientras otras 1.783 están actualmente en ejecución en municipios como Pacho, Arbeláez, Fómeque, Villeta, Silvania, Ubaque, Gachetá, San Bernardo y Pandi. La iniciativa es liderada por Empresas Públicas de Cundinamarca (EPC), a través del programa “Alcantarillado Sostenible”, enfocado en brindar soluciones de saneamiento básico a comunidades que no cuentan con redes de alcantarillado.
Estas Unidades Sanitarias modulares están diseñadas especialmente para viviendas dispersas, ubicadas en terrenos de difícil acceso o con condiciones topográficas complejas. Cada módulo está equipado con ducha, sanitario, lavamanos y un tanque de almacenamiento de agua de 500 litros, además de una estructura sólida de concreto, puerta, ventana y una cubierta metálica que garantiza ventilación e intimidad.
La solución incluye un sistema completo para la gestión segura de aguas residuales: caja de inspección, trampa de grasas, pozo séptico y campo de infiltración, lo que permite proteger las fuentes hídricas y prevenir enfermedades derivadas de la falta de saneamiento.
En Cundinamarca, más del 35% de las viviendas rurales aún carece de un baño digno. Las Unidades Sanitarias modulares no solo representan una respuesta técnica a esta problemática, sino también una alternativa sostenible y replicable que se adapta a las condiciones del territorio.
El proceso de selección de hogares beneficiados se realiza en conjunto con las alcaldías municipales, que abren convocatorias, reciben postulaciones, verifican las condiciones socioeconómicas y publican los listados oficiales, asegurando así una implementación territorial justa y orientada a quienes más lo necesitan.
Al finalizar la instalación de las 2.500 unidades previstas, el programa “Alcantarillado Sostenible” habrá impactado profundamente la calidad de vida, la salud y el entorno de miles de familias campesinas en el departamento.